Bundt Cake de Horchata y Leche Merengada con Turrón de Cacahuete y Glaseado de Caramelo




¡Hola citronianos/as!

Hoy, después de muchísimo tiempo sin publicar en el blog, estoy de vuelta. Y es para quedarme. Lo prometo.

Os confieso que tengo los nervios de un bloguero novato. Casi me atrevo a decir que "se me ha olvidado escribir". 

Últimamente están pasando tantas cosas en mi vida, que casi no tengo tiempo para "les petits plaisirs": leer mis blogs de repostería favoritos acompañado de un buen café o publicar recetas en ésta, mi segunda casa. 




Cuando me hablan de futuro, lo primero que me viene a la cabeza es un stand repleto de cupcakes y sueños. Hacer cupcakes es relativamente fácil pero, ¿qué ocurre con los sueños? ¿Qué ingredientes debemos utilizar? Y, ¿a qué temperatura hemos de poner el horno para que crezcan de manera uniforme? Está claro. La receta es bien sencilla: 2 tazas de voluntad, 1 taza positivismo, 3 tbsp de tí y una pizca de amor por lo que haces.

El pasado 13 de junio de 2014 comencé a soñar. Y, puedo decir que hasta ahora no me ha ido tan mal. ¿Quién quiere ser filólogo cuando puedes repartir felicidad y endulzar la vida de la gente? No hay nada más satisfactorio que descubrir lo que quieres ser en la vida y a qué quieres dedicar tu tiempo. A día de hoy, puedo decir que yo he encontrado mi camino en el mundo de la repostería y que soy inmensamente feliz. 

Y, como diría el gran Antonio Machado: "Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar." Yo digo que mis piernas son fuertes y que no pienso dejar de caminar hasta conseguir todos mis objetivos. No necesito agua, ni tiritas, pues la sed y las ampollas las curan la constancia y el tiempo.




Dejando un poco de lado mi momento filosófico, os comento el motivo real por el que vuelvo a la blogosfera: ¡¡Es el 1er Aniversario del Blog I Love Bundt Cakes, y están realizando un pedazo de sorteo para celebrarlo!! Son unas chicas maravillosas que realizan un trabajo diario intachable. Yo estoy enamorado de sus recetas, de sus fotos y, aprovecho para decirlo públicamente, también de ellas. Jajajajaja. ¡Qué sería de mis desayunos sin Bea y Mara!




Es la primera vez que presento una propuesta de Bundt Cake para un concurso. Sin embargo, ha sido un proyecto que he tenido muy claro desde el primer momento. 

Estamos en verano, y lo último que pensamos es en comernos un cocido madrileño o una fabada asturiana. Por lo que he considerado oportuno hacer un homenaje a la época estival con un Bundt Cake súper refrescante, con una textura muy esponjosa y un sabor indescriptible. Tenía miedo de fracasar en el intento, pues no me gusta inventar recetas, pero he de reconocer que estoy gratamente sorprendido con el resultado. Y, vulgarmente hablando... "Después de probar esto, creo me puedo morir tranquilo", jajajajaja.





"Los mejores negocios son los que se hacen comiendo". Ya tenía yo ganas de verificar esta frase, oye. ¡Y qué gran verdad! A quien se le diga que se me ocurrió preparar esta receta estando en una heladería y tras haber pedido una leche merengada con una bola de turrón... Yo soy fiel a la teoría de:
"Si dos elementos por separado están ricos, al juntarlos, estarán más ricos aún", jajajaja. Me alegra saber que no me he equivocado.

Con este Bundt no sólo vais a hacer frente al calor con más ganas, sino que también vais a experimentar una de las sensaciones más dulces de vuestras vidas. Después de probarlo, no querréis volver a tener sexo, os lo aseguro, jajajajajajaja. Tenéis que prepararlo para saber de qué os estoy hablando... ¡

¡¡Aquí os dejo la receta de la felicidad!! Apuntad...



BUNDT CAKE DE HORCHATA Y LECHE MERENGADA 
CON TURRÓN DE CACAHUETE Y GLASEADO DE CARAMELO
( Receta del Blog Le Monsieur Citron )

PARA EL BUNDT CAKE:

Necesitaremos...


¿Cómo se prepara?

1. Precalentamos el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo.

2. Engrasamos nuestro molde para bundt cake (yo he elegido el modelo Heritage, de Nordic Ware®) con spray desmoldante. De esta manera nos aseguramos de que no quede ningún hueco sin engrasar y nos garantizamos un desmoldado perfecto. Reservamos.

3. Preparamos una "horchata-milk" (me habéis pillado ingenioso esta tarde, jajaja). Mezclamos la horchata con el zumo de un limón. Dejamos reposar unos 10 minutos. Esto aportará jugosidad a nuestro bundt.

4. Tamizamos la harina junto con la levadura química y la canela. Este paso es imprescindible en la elaboración de cualquier bizcocho, pues aportamos aire a la harina y, además, evitamos posibles grumos en nuestra masa final. Reservamos

5. Ponemos la mantequilla en el bol de nuestra amasadora junto con el azúcar y batimos a velocidad media hasta que obtengamos una mezcla blanquecina y cremosa. También podéis utilizar una batidora de varillas. Sin embargo, no os recomiendo que cojáis de las varillas de mano para elaborar este bizcocho, pues os va a costar muchísimo trabajo integrar la mantequilla con el azúcar.

6. Añadimos UNO a UNO los huevos. No echamos el siguiente hasta que el anterior no esté bien integrado. Limpiamos las paredes del bol y batimos un poquito más para que quede todo homogéneo.

7. Vertemos la ralladura de limón y la leche merengada en nuestra mezcla, y batimos hasta integrar.

8. Es el turno de los ingredientes secos (harina, levadura y canela). Vamos a incorporarlos a nuestra masa de manera alterna con la "horchata-milk" que hemos preparado antes y en 3 veces. Empezamos con harina y acabamos con harina. En este paso, ponemos la amasadora a una velocidad mínima. No nos interesa incorporar aire de más a nuestra masa, ni queremos que se desarrolle el gluten de la harina fuera del horno. ¿Por qué? Pues porque el exceso de aire en las masas de bizcocho puede hacer que éstas no crezcan como es debido; además, si el gluten de la harina se desarrolla fuera del horno, nuestro bizcocho quedará duro como una piedra.

9. Ya sólo nos queda añadir el turrón. Yo he optado por coger un cortador en forma de corazón y me han salido 9 corazones. He vertido la mitad de masa en nuestro molde para bundt cake, y los he dispuesto de la siguiente manera:




Terminamos de cubrir todo con el resto de masa y hacemos unos movimientos circulares para conseguir que la masa llegue a todos los recovecos de nuestro molde.




10. ¡Nos vamos al horno! Ponemos el bizcocho en la zona media-baja de nuestro horno por un periodo de 55-60 minutos, a 180ºC. ¡Ya sabéis que cada horno es un mundo! Yo os recomiendo utilizar un termómetro de horno para aseguraros de que la temperatura es la adecuada. Pero, ya sabéis que la prueba final para saber si nuestro bundt está hecho es pinchar con un palito, y si éste sale seco, ya podemos apagar el horno y sacarlo.

11. Dejamos atemperar sobre una rejilla unos 10-15 minutos. Pasado ese tiempo, desmoldamos nuestro bundt con mucho cuidado de no quemarnos. Lo dejamos enfriar por completo.


PARA EL GLASEADO DE CARAMELO:

Necesitaremos...


¿Cómo se prepara?

1. Ponemos la mantequilla y el azúcar moreno en un cazo a fuego medio. 

2. Cuando la mezcla empiece a burbujear, añadimos la nata líquida.

3. Retiramos del fuego cuando vuelva a burbujear.

4. Pasamos la mezcla a un bol y le vamos añadiendo poco a poco el azúcar glas o icing sugar. Removemos ayudándonos de unas varillas de mano. Notaremos que el glaseado se va espesando conforme se va templando.

5. Reservamos y dejamos enfriar a temperatura ambiente.


¡¡DECORAMOS!!

Ay, ¡esta es la parte que más me gusta! Jajajaja. Sólo tenemos que colocar nuestro bundt cake (ya frío) en el plato o stand en el que lo vayamos a presentar y vertemos sobre él el glaseado de caramelo. Rematamos espolvoreando con unos trozos de turrón de cacahuete que nos había sobrado anteriormente. 

Et... Voilà!



Tengo que decir que he disfrutado como un loco preparando este bundt cake que sabe a gloria y que, a pesar de mi inexperiencia en el mundo de la fotografía, estoy bastante contento con el resultado final. No ganaré el concurso, ¡pero el cielo lo tengo ganáo! Jajajajajaja.

Os deseo muchísima suerte a todos/as. Y no olvidéis nunca que "son buenos tiempos para los soñadores".

Sed felices siempre.
Monsieur Citron.






Mis primeros "Carrot Cake Cupcakes" o "Cupcakes de Zanahoria"


Con este tiempo de frío y lluvia lo último que nos apetece es comernos un helado, ¿verdad?
Hoy os traigo un posible remedio en forma de Cupcakes de Zanahoria o Carrot Cake Cupcakes que os ayudará a olvidaros del mal temporal y a ser un poco más felices.

Cuando preparo algo que puede resultar raro o poco común, me gusta documentarme antes sobre ello e indagar en su posible historia. En este caso, la Carrot Cake americana, que es realmente la versión original, se empieza a preparar en la Edad Media (¡casi na'!). Por lo que he podido leer, la principal causa que dio lugar a este delicioso postre fue la imposibilidad de adquirir productos dulces como el azúcar o la miel, entre otros, por lo que alguien (bendito/a ese/a alguien) decidió incluir un elemento fácil de conseguir y de sabor azucarado como es la zanahoria. 

Me resulta sorprendente, a la par que gratificante, que sigamos conservando tradiciones tan antiguas en la actualidad. ¿A vosotros/as no? Si es que me pongo a pensar, y llego a la conclusión de que los libros son la herramienta más poderosa sobre la faz de la tierra. A mí me aterra imaginar que una receta tan maravillosa como ésta hubiera quedado en el olvido y no hubiera llegado hasta nuestras cocinas, jajaja.


Llevaba un montón de tiempo queriendo preparar mi propia tarta de zanahoria, pero nunca encontraba ni el momento ni una receta que dijeras... "Esto es lo mejor que me he comido en mi vida". La otra tarde me dieron unas ganas tremendas, y aprovechando que estaba desocupado... Total, que decidí escribirle a mi colega y repostera Irene, del blog My Sweet Cakeland para que me aconsejara. Rápidamente me contestó que ella tenía una receta infalible y que estaba de muerte. Como normalmente me suelo fiar bastante de ella, le hice caso y preparé su receta.

Os aviso con tiempo... ¡NO VAIS A PROBAR OTRA COSA MEJOR! La zanahoria no la encuentras por ningún lado, y el bizcocho queda tan ligero y jugoso que pensarás que estás masticando aire, jajajaja. Y, bueno... La crema de queso es... ¡¡ESPECTACULAR!! Queda súper firme, aunque demasiado dulce para mi gusto. Pero eso se arregla echando menos azúcar glasé o icing sugar (250 gr. en lugar de 300 gr.).

Estoy que me hornéo encima, así que paso ya a la recetaca de hoy...

CUPCAKES DE ZANAHORIA o CARROT CAKE CUPCAKES
(Receta del blog My Sweet Cakeland )

Para 12 cupcakes
130 gr. de harina de trigo
1 cucharadita y 1/2 de levadura en polvo
2 cucharaditas de canela
1 pizca de sal
100 ml. de aceite de oliva suave o girasol
120 gr. de azúcar moreno
2 huevos talla L
150 gr. de zanahoria rallada
50 gr. de nueces picadas (opcional)

Para la crema de queso
125 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
125 gr. de queso crema tipo Philadelphia® muuuuuuy frío
300 gr. de azúcar glasé o icing sugar
12 nueces para decorar

Para los bizcochos
1. Precalentamos el horno a 175ºC, con calor arriba y abajo. Preparar un molde de cupcakes con cápsulas de papel resistentes a la grasa.

2. Rallamos la zanahoria con un procesador de alimentos, thermomix, rallador manual... ¡Con lo que tengas! Reservamos.

3. Tamizamos la harina con la levadura en polvo o polvo de hornear, la canela y la sal. Reservamos.

4. En un bol batimos el aceite con el azúcar hasta que éstos estén bien integrados. A continuación, vamos añadiendo los huevos de uno en uno y mezclamos hasta obtener una mezcla espumosa.

5. Incorporamos la harina y batimos a velocidad baja. Añadimos la zanahoria y las nueces (opcionales) hasta obtener una masa homogénea.

6. Nos ayudamos de una cuchara de helado para rellenar las cápsulas de papel que hemos preparado antes. No rellenamos más de 3/4 partes, pues nuestro cupcakes van a crecer en el horno y pueden desbordarse.

7. Llevamos al horno por un periodo de 20-22 minutos. Pasado ese tiempo, pinchamos con un palito en el centro, y si éste sale limpio, ya podemos retirar nuestros bizcochitos del horno.

8. Los dejamos enfriar durante 5 minutos en el molde y después los sacamos y los colocamos sobre una rejilla para que terminen de enfriarse.


Para la crema de queso
1. Tamizamos el azúcar glasé o icing sugar. Reservamos.

2. Batimos la mantequilla a temperatura ambiente durante un par de minutos. Añadimos el queso crema que ha de estar bien, bien frío. Batimos otro par de minutos a velocidad media.

3. Vamos añadiendo poco a poco y a velocidad baja el azúcar para no llenar la cocina de polvo. Una vez que éste se haya integrado bien, aumentamos la velocidad durante unos 8-10 minutos. ¡Ya tenemos lista nuestra crema de queso!

Para la decoración
Yo soy muy tiquismiquis, y me gusta cubrir los cupcakes con una capa de crema para que queden uniformes y no se noten las posibles imperfecciones del horneado. Luego, con una manga pastelera y una boquilla 1M de Wilton, los decoro haciendo un rosetón. Es tan fácil como colocar la boquilla en el centro del cupcake e ir dando vueltas en sentido de las agujas del reloj hasta que llegamos al final, dejamos de apretar y tiramos de la manga hacia arriba. Acabamos la decoración colocando una nuez justo donde hemos acabado de hacer el rosetón.

VOILÀ! Habemus cupcakes de zanahoria y crema de queso, jajajaja.


Nos vemos en el próximo post. 

Abrazos a puñáos.
Monsieur Citron.








Love's New York Cheesecake - Tarta de Queso del Amor

"Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás,
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar." - Antonio Machado.

No sé si será el amor que os profeso, o quizá el tiempo que llevo sin "veros", ni escribiros, pero sentía que tenía que reflejar de alguna manera en este post lo que vengo viviendo en estas últimas semanas. 
Al igual que Machado, yo tampoco he dejado de caminar. Sigo siendo igual de feliz que siempre, o más, si cabe. ¡Sí, sí, claro que cabe! Estoy mejor que nunca y toda la culpa es de la repostería, jajaja. 

¡No podéis imaginar ni por un segundo las emociones y sentimientos que experimenté la semana pasada! Sí, sí, la semana de las rosas y los corazones (y de fondant). 



¡No he visto tantas ni en el Corte Inglés! Realmente no sabría cómo resumir la etapa en cuestión, sólo sé que, a pesar del estrés, de pensar que no llegaba a tiempo y demás negativismos varios, he disfrutado como nunca. Se puede decir que... "Estaba en toda mi buttercream", jajajajaja. (Por favor, no me dejéis decir estas tonterías, jajajaja). Ya no me atrevo ni a contar las tartas y cupcakes que he tenido que preparar, porque soy capaz a fundir la calculadora. 

La aventura comenzó el pasado miércoles, cuando me encargaron mi primera "tarta futbolística" (y, encima, del Atlético de Madrid... ¡Manda reaños!). Cuando el cliente en cuestión me sugirió la idea, la verdad es que me asusté un poco porque mi inexperiencia es toda, ya lo sabéis. Y si no lo sabéis, os lo digo yo, jaja. Total, que me puse a trabajar en la tarta. ¡Hasta hice un boceto! (el cual quedará guardado en el baúl de Karina por siempre y para siempre, jajaja). Tras mucho bregar y dedicarle algo más de un día de trabajo... ¡Éste fue el resultado!



Y por si no tenía bastante... Me llega un mensaje por Facebook en el que ponía: "Hola Ginés, ¿podrías hacerme una tarta con forma de corsé para el viernes?" Ésto... ¿Cor... qué? - pensé yo. ¿¿Cómo voy a hacer yo una tarta con forma de corsé si sólo he visto uno en alguna que otra película y no me he fijado precisamente en eso?? Jajajajaja. Tras mucho divagar y buscar fotos por Internet, decidí aceptar el reto. Una vez que la terminé, me sentí el tío más orgulloso sobre la faz de la tierra. Y no lo digo sólo por el resultado, sino porque tuve el privilegio de tocar los mejores pechos del mundo mundial, jajajaja. Mirad, mirad qué risa...



¡Buf! Increíbles... (Las fotos, digo, jajajajajaja). Ay... ¡Cómo os gusta el cachondeo! 

Volviendo a temas serios... Como ya sabéis de sobra, la semana pasada fue San Valentín y vino cargado de encargos para Monsieur Citron. Lo que más ha triunfado es el Red Velvet con Buttercream de Chocolate Blanco, tanto en la versión de tarta como en la de cupcake. Más adelante os pondré alguna receta sobre eso, pero mientras os enseño las fotos de algunos de los encargos:

Pequeños bocaditos de amor...



Para un cumple especial...



¡Con pingüino y todo!


¡Rosas y pétalos everywhere!


Podría tirarme el día entero poniendo más fotos de los encargos de esta semana, pero mejor si pasamos a la recetaca de la LOVE'S NEW YORK CHEESECAKE, ¿no? 

LOVE'S NEW YORK CHEESECAKE - TARTA DE QUESO DEL AMOR
Para la base
160 gr. de galletas Digestive (yo uso unas del Lidl que llevan trocitos de naranja)
80 gr. de mantequilla derretida
1 cucharada de azúcar moreno

Para la Cheesecake
100 ml. de nata para montar con un 35% de m.g.
Zumo de medio limón
450 gr. de queso crema tipo Philadelphia o Mascarpone
165 gr. de azúcar blanco
2 huevos L
Ralladura de medio limón y de media naranja
15 gr, de harina de trigo
1 cucharadita de extracto de vainilla o vainilla en pasta
50 ml. de leche entera

Para decorar
Mermelada de fresa de buena calidad
Pepitas de chocolate

1. Comenzamos preparando la base de nuestra tarta. Trituramos las galletas con una trituradora de alimentos o con ayuda de un rodillo de cocina hasta obtener una especie de polvo. La mezclamos con la mantequilla derretida y con el azúcar moreno con ayuda de una espátula hasta que tengamos una masa compacta.

2. Precalentamos el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo.

3. Cogemos un molde desmontable (en mi caso con forma de corazón) de unos 20 cm aproximadamente y colocamos un trozo de papel de hornear que cubra todo el fondo. Vertemos sobre éste la masa de galleta y la repartimos de manera uniforme con ayuda de una cuchara o de las manos. Lo metemos al congelador mientras preparamos la crema de la Love's New York Cheesecake.

3. Para ello, hemos de preparar primero una crema agria que consiste en mezclar la nata líquida con el zumo de medio limón y dejar reposar unos 10 minutos. Después, cogemos un bol amplio y ponemos en él el queso crema con el azúcar, y con ayuda de una batidora de varillas batimos hasta obtener una mezcla cremosa.

4. Añadimos los huevos de uno en uno. No incluimos el siguiente hasta que el anterior esté bien integrado. Incluimos también las ralladuras de limón y de naranja y la vainilla. Mezclamos hasta integrarlo todo bien.

5. Ponemos ahora la harina, la crema agria y la leche en nuestra mezcla. Terminamos de batir hasta obtener una crema homogénea.

6. Sacamos nuestro molde del congelador y vertemos la crema de queso con ayuda de una espátula para que no caiga de golpe y destroce la base de galleta. 

7. Lo llevamos al horno por un periodo de 10 minutos. Pasado este tiempo, bajamos la temperatura a 150ºC y añadimos otros 50 minutos. Pinchamos con un palito de madera en el centro de la tarta, y si éste sale limpio, ya la tenemos lista.

8. Os aconsejo que la dejéis enfriar dentro del horno y que después la metáis en la nevera envuelta en papel film. Se os quedará mucho más jugosa.

9. Una vez que la tengamos fría del todo, la decoramos a nuestro gusto. Ya sabéis que los Neoyorquinos la toman sin nada, pero a mí me encanta ponerle mermelada de fresa de buena calidad. Y si encima de ponemos unas pepitas de chocolate... ¡El contraste os va a encantar! 

¡Ah! Y os doy un #TrucodelMonsieurCitron: si no queréis que os salga morenita, podéis ponerle un trozo de papel albal a mitad de cocción para que se os quede más blanquita.

¡Esto es todo! Preparadla esta misma tarde y le dais una sorpresita a vuestra pareja esta noche. Fijo que cae rendido/a a vuestros pies! Jajaja.


Un abrazo kilométrico.
Monsieur Citron.



Mi primer premio bloguero y es de... ¡Liebster Award!

Hoy, 29 de enero, a las 20:22h y con una humedad relativa del 83%, Monsieur Citron continúa siendo feliz, o quizá un poco más que de costumbre. El famoso "Congreso de Tuertos" no abre hasta mañana y todos los gatos negros se aguardan del frío en sus respectivas casas. 

¡Qué bien! ¡Qué día más maravilloso he tenido hoy! ¿No os pasa que cuando notáis que vuestros planes salen bien, veis la vida como de otro color? Así, como... ¿Rosa? Aunque, bueno, teniendo en cuenta que mi vista no es de las más privilegiadas, me conformo con observar la vida del color que sea, jajajaja. 

Rosas eran los macarons que he regalado esta mañana a "mi amiga invisible" y que aprovecho para enseñaros a continuación:
¡Qué contenta se ha puesto mi Ángela! Pero yo más todavía de verla. Ya no tendremos que ir hasta LaDurée para degustar este manjar tan exquisito y propiamente parisino. Ay... ¿He dicho parisino? Mmm... Eso me recuerda a París. Si supierais la cara de tonto cada vez que escucho esa hermosa palabra... Y es que soñar es la mejor agencia de viajes, y encima gratis, por que lo que no paro de "viajar" constantemente.

Otro de los motivos que me traen hoy a escribiros es que... ¡He recibido mi primer premio bloguero! Sí, sí, como os cuento... I can't believe it! ¿Quién se iba a fijar en un blog tan escueto y reciente como el mío? Pues precisamente de eso va el premio "Liebster Award". Los blogs con más antigüedad otorgan este premio a blogs de reciente creación y que consideran que tienen posibilidades de un futuro mejor dentro de la blogosfera o, al menos, blogs que son de su agrado y que tienen algo especial.
Yo he tenido la enorme suerte de ser nominado por el blog Candy Bytes, y les estoy enormemente agradecido. Para quienes no conocéis aún muy bien estos premios, podéis consultar si queréis el blog oficial de los Liebster Awards.

Esta nominación está sujeta a las siguientes reglas:
  1. Seguir al blog que te nominó
  2. Nominar a 11 blogs que tengan menos de 200 seguidores y avisarles de que han sido nominados por medio de comentarios en su blog, o en sus diversas plataformas electrónicas.
  3. Contestar a las preguntas que te realiza el blogguer que te nominó. Una vez que las contestes y nomines a los 11 blogs, te proclamas de inmediato ganador del Liebster Award.
  4. Realizar 11 preguntas a los blogs que nominaste.
  5. Visitar cada uno de los blogs junto a los que fuiste nominador y seguirlos (si quieres).

¿Qué quieren saber de mí?

1. Una meta en la vida. No dejar de ser nunca quien soy. 

2. Tu viaje inolvidable. No sé por qué preguntáis, porque está claro que París, jejeje.

3. Tu perdición. Los Bundt Cakes. Podría estar comiéndolos a cada momento en toda su diversidad de sabores.

4. ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? Encender mi KitchenAid y dar rienda suelta a mi imaginación. También dirijo una banda de música y toco la trompeta desde los 10 años.

5. Nombra 5 cualidades. Perfección, pulcritud, perseverancia, fuerza de voluntad y felicidad.

6. Nombra 5 defectos. Creo que con 5 sólo me quedaría un poco corto, pero... Tengo obsesión por la limpieza, me suelo quejar por todo, tengo bichofobia, no me gusta nada madrugar y tengo una risa demasiado escandalosa.

7. Seguidor incondicional de... Mí mismo. Siempre.

8. ¿De dónde viene el nombre de tu blog? Se lo debo en gran parte a mi amiga Ana Belén, que empezó a llamarme "Payo Limón", y yo me encargué de hacer una traducción más digna al francés.

9. Tu red social favorita. Facebook, donde también dirijo una página titulada igual que este blog.

10. Propósitos de Año Nuevo. Seguir estando orgulloso de quién soy y de lo que he conseguido hasta ahora.

11. Sueño que te gustaría realizar. Montar mi propia tienda de repostería creativa. La "Monsieur Citron Store", jajajajaja.


¿Qué quiero y necesito saber yo de vosotros/as?

1. ¿Qué harás de aquí a 5 años?

2. ¿Eres feliz?

3. Receta que mejor dominas.

4. ¿Qué te llevarías a una isla desierta?

5. Cuéntame 5 virtudes.

6. Dime 5 defectos tuyos.

7. ¿Repostero/a por afición o por pasión?

8. Tu mayor logro en la vida.

9. ¿Por qué elegiste ese nombre para tu blog?

10. Tu mayor perdición.

11. ¿Eres un soñador o una soñadora?


Nomino a...



¡¡¡UN ABRAZO KILOMÉTRICO!!!
Monsieur Citron.

Baby Shower Cake


¿Existe algo más bonito que la vida? Por supuesto. El hecho de poder engendrar nuevos y diminutos seres y el otorgarles el derecho a la vida ya es bonito, pero lo es aún más verlos crecer.

En esta ocasión, Fuensanta ha decidido celebrar la llegada del futuro Sergio con una "baby shower". Ahora es cuando os preguntaréis... ¿Una "baby shower"? ¿Eso qué es? ¿Una fiesta en la que bañan al bebé (por lo de "have a shower", en inglés)? ¡Claro que no! El bebé será bañado cada vez que se estime oportuno y en el lugar adecuado con las personas pertinentes, jajajaja. Se trata, como digo, de una fiesta de bienvenida con motivo del nacimiento un nuevo ser, y que normalmente tiene lugar antes del parto.

¡Si es que lo queremos todo! Fijaos bien y os daréis cuenta de que cada vez estamos adquiriendo más tradiciones extranjeras. Sin ir más lejos... "Halloween". Estamos deseando que llegue el 31 de octubre para disfrazar a nuestros pequeños (incluidos nosotros también) e ir puerta por puerta pidiendo golosinas con la famosa y amenazante frase de "Truco o Trato". Con un poco de suerte, el huevo te lo guardas para hacer unos cupcakes. El problema viene cuando no obtienes tu recompensa y, además de incordiar al vecindario, te ves obligado a estamparle un huevo en su puerta (o en su cara, en el peor de los casos).


¿Os puedo contar un secreto? Pero, shhhh... ¡No se lo podéis decir a nadie! Venga, va... 
¡¡Ésta es la segunda tarta que hago con fondant en mi vida!! Y estoy tan contento con el resultado que ni yo mismo me creo que la haya hecho yo. Siento una satisfacción moral y personal que no puedo expresar por escrito y, mucho menos, oralmente. Lo sé, tengo aún pendiente de publicar mi primera tarta con fondant. Está ambientada en la Navidad y la hice en un curso maravilloso en Señor Pastel (Lorca).

Yo tengo la costumbre de que cuando alguien me hace algún encargo, le paso varias fotos donde se puede observar el proceso de elaboración del pedido (ya sea una tarta, unos cupcakes, o lo que sea). Y la verdad es que me encanta hacerlo porque puedo observar cómo aumenta de manera progresiva el indice la felicidad en los mensajes de ese alguien que ha confiado en mí para dicho trabajo. Lo que empieza por un "Ay, ¡qué bonito!", suele acabar por un "¡¡Dios, me encanta!! Tienes un don para esto" y eso, queridos/as seguidores/as, no tiene precio. 

Cada vez soy más consciente de que en el mundo de la repostería se ha de ser inconformista y competente (que no competitivo). Nunca nada es suficiente, al menos para mí. Nunca nada es perfecto, por mucho que la gente lo ensalce o alabe. Siempre se puede andar un paso más, y no pienso parar hasta llegar a mi línea de meta.


Hoy no os pongo la receta, pues para el bizcocho he utilizado la misma que podéis ver si pincháis aquí, y para el relleno he preparado la buttercream de chocolate blanco que también podéis ver haciendo click aquí.

Hasta la próxima publicación (que espero que sea pronto) y os deseo todo lo mejor para esta Navidad que vendrá, seguro, cargada de regalos y momentos maravillosos.

Un abrazo chilláo.
Monsieur Citron.


Milhoja de Merengue Suizo y Buttercream de Nutella


Poeta provinciano,
pajarero,
vengo y voy por el mundo,
dearmado,
sin otrosí, silbando,
sometido
al sol y su certeza,
a la lluvia, a su idioma de violín,
a la sílaba fría de la ráfaga.
(Pablo Neruda)

A veces, queridos/as seguidores/as, la poesía puede ser el más fiel reflejo del alma o, incluso, de un postre. A fin de cuentas, un poeta es tan artista como un repostero. O, al menos, así lo concibo yo. No es comparable "un verso de pie quebrado" con "una masa quebrada", salvo por la noción de rotura. Sin embargo, la elaboración de ambos puede considerarse una creación extraordinaria.

En este caso, con una plantilla y un poco de azúcar glasé podemos crear cosas realmente bonitas y sorprendentes. No es necesario comprar los utensilios más caros de la tienda, ni siquiera hace falta tener excesiva maña. Con un poco de imaginación y el par de elementos que acabo de mencionar, el éxito está asegurado. 

"Quiero una tarta que lleve un pájaro. Un colorín, a ser posible". Cuando te dicen esto, lo primero que piensas es en sí realmente serías capaz de hacer uno con fondant o con cualquier otro material comestible. Lo segundo que te pasa por la cabeza es desaparecer, jajaja.

Una vez que recuperas el sentido, echas mano de eso tan extraño y difícil de utilizar en algunas ocasiones que llaman "neuronas". Consecuentemente, se te enciende una bombilla de las de bajo consumo en la cabeza y empiezas a crear. Te sorprendes. Te emocionas. Y sigues creando hasta obtener lo que te habías propuesto conseguir. Dicho así, parece un mecanismo bastante sencillo. De hecho, lo es. 

Hablando de sencillez... A mí me están dando unas ganas inmensas de volver a preparar esta receta. ¿Os animáis a hacerlo conmigo? Venga, que yo os ayudo. ¡Lavaos las manos que tenemos trabajo!

MILHOJA DE MERENGUE SUIZO Y BUTTERCREAM DE NUTELLA®

Para el hojaldre
3 láminas de hojaldre 
Azúcar blanco

Para el merengue suizo
200 gr. de claras de huevo a tª ambiente
300 gr. de azúcar blanco
Extracto de vainilla

Para la buttercream de Nutella®
250 gr. de mantequilla a tª ambiente
200 gr. de azúcar glasé o icing sugar
3 o 4 cucharadas de Nutella®

Hojaldre
1. Precalentamos el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo.

2. Cogemos una de las láminas de hojaldre (yo lo he comprado ya hecho por falta de tiempo) y la espolvoreamos con azúcar blanco uniformemente y le pasamos un rodillo por encima sin ejercer presión. Ésto es sólo para que el azúcar quede más adherido. La pinchamos repetidamente con un tenedor por toda la superficie y colocamos un trozo de papel de hornear encima. Le damos la vuelta rápidamente y repetimos el proceso: espolvoreamos con azúcar sobre el otro lado y volvemos a pinchar con un tenedor.

3. Repetimos el paso 2 con el resto de láminas de hojaldre.

4. Horneamos cada una de las láminas por separado durante 20 minutos a 180ºC, habiendo puesto previamente algo de peso encima para que no se hinche el hojaldre y nos quede demasiado grueso. Yo he optado por utilizar otra bandeja de horno.

5. Pasado el tiempo, retiramos el hojaldre del horno y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.

Merengue Suizo
1. Ponemos las claras de huevo y el azúcar al baño María y removemos con unas varillas de mano hasta que éste quede completamente disuelto. 

2. Pasamos la mezcla rápidamente a nuestra batidora/amasadora y batimos durante unos 10 minutos aproximadamente a velocidad alta.

3. Comprobamos que está listo cuando éste forme picos duros y firmes.

4. Ponemos el merengue en una manga pastelera con boquilla de estrella abierta (yo he utilizado la 1M de Wilton®). 

Buttercream de Nutella®
1. Batimos la mantequilla a temperatura ambiente con nuestra batidora/amasadora o con una batidora de varillas para terminar de ablandarla.

2. Tamizamos el azúcar glasé o icing sugar y lo vamos incorporando de cucharada en cucharada a la mantequilla. Batimos a velocidad baja al principio para no llenar la cocina de azúcar. Aumentamos la velocidad gradualmente y continuamos batiendo durante unos 5 minutos.

3. Añadimos la Nutella® y batimos otros 5 minutos a velocidad alta, hasta conseguir una mezcla cremosa y sedosa.

4. Ponemos nuestra crema en una manga pastelera con boquilla de estrella abierta (yo he utilizado la 1M de Wilton®). 

Montaje
1. Colocamos una de las láminas de hojaldre (que ya habrá enfriado lo suficiente) sobre la base en la que la vayamos a presentar con un poco de buttercream a modo de sujeción.

2. Vamos haciendo "estrellas" de merengue suizo hasta completar la mitad. Hacemos lo mismo con la buttercream de Nutella®.

3. Colocamos otra lámina de hojaldre y repetimos el mismo proceso.

4. Finalmente, ajustamos la última lámina de hojaldre y colocamos encima de esta la plantilla que hayamos elegido. Espolvoreamos azúcar glasé con ayuda de un tamiz y la retiramos con muchísimo cuidado para no destrozar el dibujo.


¡Ya sólo nos queda disfrutarla con un buen par de bocados!

Muchísimas gracias por estar ahí.

Mil abrazos.
Monsieur Citron.